Pasos
- Sentarse cómodamente con la columna alineada, ubicando las manos en las rodillas
- Trabajar con una respiración suave, tranquila y profunda: se inhala por la nariz, nos relajamos profundamente en la exhalación ya sea por la nariz o por la boca.
- Se comienza a visualizar la vela, su luz brillante, y a sentir su suave calor.
- Llevar las palmas hacia la vela, sintiendo el calor de la llama en las manos. Mantener la posición todo el tiempo que se necesite.
- Llevar las manos al centro del pecho para transmitir el calor y la luz de la vela hacia el corazón, sintiendo como el dolor, la angustia y la desilución van desapareciendo.
- Permitir liberar todas las emociones negativas que se localizan en el centro del pecho y visualizar como el chacra cardíaco se va armonizando y la llama de la vela comienza a reflejarse en el corazón, llevando paz y armonía a todo el cuerpo.
- En el momento en que el calor se aleja de nuestras manos, volvemos a acercarlas a la vela y repetimos los pasos siguientes.
Esta meditación debe realizarse durante 15 minutos para obtener el mayor beneficio.