Propiedades energéticas y simbología de los colores


Es muy importante que los colores en su conjun­to creen un espacio vital y con armonía cromática.
Cuando falta, en un ambiente o en una casa, un color fundamental para lograr la armonía (por ejem­plo el blanco) puede traer aparejados efectos dañi­nos que se contrarrestan incorporando elementos del color faltante.
Para elegir los colores que incluiremos en cada ambiente es fundamental conocer la propiedad energética y la simbología de cada uno.


Color   (Propiedad energética): Simbología


Rojo (Estimulante): Pasión, poder, salud, movimiento, sexualidad, empuje, satisfacción, etc.
Anaranjado (Vigorizante): Abundancia, bondad, placer, generosidad, sociabilidad, atracción, comida y bebida, etc.
Amarillo (Atrae la fortuna y la prosperidad): Alegría, confort, acumulación de dinero y bienes materiales, excentricidad, etc.
Verde (Armonía): Esperanza, autenticidad, naturaleza, inmadurez, ingenuidad, salud, juventud, fertilidad, compasión, plenitud, etc.
Azul (Tranquilizante): Inteligencia, dignidad, madurez, formalidad, amor filial, calma, intuición, etc.
Violeta (Espiritualidad): Paz, humildad, ancianidad, vida superior, meditación, frescura, introversión, introspección, etc.
Negro (Protección): Depresión, mudez, autosuficiencia, sofisticación, distancia, oscuridad, insatisfacción, necesidad, rectitud, formalidad, indiferencia, etc.
Rosa (Entendimiento): Paz, inocencia, femineidad, infancia, ternura, pasividad, docilidad, tranquilidad, claridad, luminosidad, reserva, falta de agresividad, etc.
Blanco (Verdad): Fuerza, pureza, luz, calor, distancia, transparencia, salud, camino, día, despertar, individualidad, amplitud, creatividad, generosidad, etc.
Gris (Equilibrio): Calma, distracción, tiempo, rememoración, tradición, invisibilidad, ecuanimidad, justicia, intuición, sensibilidad, tirantez, sinceridad, etc.
Indigo (Emotividad): Sobriedad, superación, sinceridad, espiritualidad, frescura, letanía, despedida, reflexión, comodidad, etc.


LAS CONSECUENCIAS DE LA AUSENCIA DE DETERMINADOS COLORES EN LOS DISTINTOS AMBIENTES
La ausencia de un color en una casa no suele traer aparejadas mayores dificultades a menos que se trate de alguno de estos casos:
a) En el dormitorio de una pareja no debe faltar el color rosa...
Porque es un tono fuerte, poderoso, energéti­co, y de vibraciones positivas. Promueve el enten­dimiento amoroso y es un gran armonizador.
b) En los dormitorios de adolescentes no debe estar ausente el color azul...
Porque simboliza la tranquilidad y seguridad que suele faltar en esta etapa de la vida.
c) En el dormitorio de un bebé no debe faltar el color amarillo...
Porque simboliza la alegría. Es un color tónico pero no excitante y se lo considera un escudo, por su capacidad para neutralizar las energías negati­vas.
d) En el dormitorio de un anciano no debe faltar el color anaranjado...
Porque simboliza la energía que suele menguar con el paso de los años.
e) En las salas de estar o living no debe faltar el co­lor violeta.
Porque tiene propiedades sedantes. Es un gran pacificador y neutralizador que absorbe la negatividad del ambiente e irradia energía positiva.
f) Como el comedor es una zona importante, puesto que allí se reune a diario la familia, nunca debe faltar el color verde...
Porque se relaciona con la armonía y el conten­tamiento, indispensables para amenizar el en­cuentro.
g) En los ambientes en los que se realizan activi­dades comerciales no debe faltar el color rojo...
Porque se lo asocia con lo beneficioso, con el empuje y con la fama.
h) En los ambientes en los que se cocina no debe faltar el color blanco...
Porque simboliza la pureza, el calor, la fuerza y la salud, condiciones que siempre están presentes en los rituales culinarios.

LAS CONSECUENCIAS DE LOS EXCESOS DE LOS DISTINTOS COLORES EN LOS AMBIENTES

Como ya dijimos, los colores son portadores de la energía que les concede la naturaleza por medio de la luz.
Cuando alguno aparece en exceso en un am­biente, casa o edificio (también puede ser en un ba­rrio o localidad) genera un desequilibrio energético que puede convertir el Feng Shui de esa morada en negativo, ya que la circulación del Sha rompe el equilibrio y la armonía del Chi, que no puede fluir libremente.
A continuación vemos los efectos que pro­ducen los excesos de cada color.

RECORDEMOS
Cuando hablamos de exceso de color, no nos referimos a una cuestión estética sino a la acumulación de energía cromática despedida por un color y que rompe el equilibrio de ese espacio.

Color: Efectos del exceso en el Feng Shui de los ambientes

Rojo: agresividad, tendencia a la violencia, peleas constantes, falta de calma y posibilidad de diálogo.
Anaranjado: ansiedad, insomnio, tendencia a la mala alimentación, falta de concentración.
Amarillo: falta de humildad, intolerancia, incontinencia de esfínteres en niños y ancianos.
Verde: falta de tacto en las relaciones interpersonales, alejamiento de amistades y vecinos, distancia afectiva entre las parejas.
Azul: frialdad, falta de comunicación, inapetencia.
Violeta: exceso de misticismo, falta de conexión con los problemas cotidianos, depresión, ambiente lúgubre.
Negro: depresión, angustia, intolerancia, falta de animosidad, indiferencia, exceso de formalidad, desentendimiento entre padres e hijos.
Blanco: impersonalidad, falta de vida y compromiso, alejamiento en las parejas, falta de estímulo en los jóvenes.
Rosa: melancolía, tendencia a los trastornos hormonales en las mujeres, depresión en los adolescentes, excesiva introspección en los ancianos.
Gris: distancia de los seres queridos, falta de prosperidad.