¿Cómo meditar?

1. Prepare el cuerpo
Un tiempo natural para meditar es al final de su sesión de asanas de yoga, una vez el cuerpo está caliente y relajado. Si no es así, antes de empezar a meditar haga unos cuantos estiramientos de las extremidades para aflojar el cuerpo y centrarse en el momento presente.

2. Prepare la mente
Primero decida el tiempo que quiere meditar. Escoja un lugar tranquilo y desconecte el teléfono. Cúbrase con una manta si es necesario. Colóquese en postura de meditación, asegurándose de que la espalda, el cuello y la cabeza están alineados.
Algunas personas prefieren ofrecer una plegaria o cántico personal como breve ritual de inicio. Tanto si lo hace como si no, debe tener clara su intención y recordar su objetivo más elevado y su razón de meditar.

3. Relaje el cuerpo
Una vez sentado, sintonice mentalmente con cada parte de su cuerpo. Empiece por los dedos de los pies y vaya relajándose poco a poco hasta la coronilla. Cuando esté relajado, intente no mover el cuerpo. Cualquier movimiento físico le distraerá.

4. Concentre la mente
La respiración es una herramienta maravillosa para llevar la concentración a niveles más profundos. Empiece por observar el flujo de aire por los orificios nasales. Observe las minúsculas sensaciones en las ventanas de la nariz: cómo entra el aire fresco por los orificios y cómo sale el aire caliente. No hace falta juzgar su respiración ni cambiar la forma de respirar. Simplemente sea paciente y consciente de su manera de ser. Usted es el observador desapegado. Practicar el desapego así resulta muy útil para las ocasiones de la vida en que deba enfrentarse al dolor o a una gran dificultad.

5. Expansión de la consciencia
Lleve sus pensamientos hacia un tema de actitud o una virtud; un objetivo elevado como la libertad de los apegos, la paz interior o la autorrealización espiritual.

6. Por último
Para terminar, repita una plegaria o un cántico si le sirve de ayuda. Cuando haya acabado, no se levante de golpe para seguir con su actividad cotidiana como un autómata. Acaba de conectar su yo interior con una fuerza superior. Manténgase alerta y lleve esta sensación a su vida cotidiana y a sus relaciones personales.

Extracto de: "El libro del yoga" by Christina Brown